Dos películas, dos continentes, dos épocas, dos ritmos. Una se desarrolla en América, pero tanto artistas como director son europeos: Mi nueva vida en Nueva York. La otra, británica: La mujer invisible.La primera dinámica, divertida, con una música excelente y unos encuadres y escenas novedosos. Además, el tema de la separación de los hijos (a los que la madre se lleva de París a Nueva York) es abordado desde la pespectiva del padre: diferente, cuando menos. Tanto enfoque en la mujer cansa y, a veces, hay mujeres que se las traen.
La mujer invisible, clásica película inglesa de excelente ambientación y retrato de personajes, con magníficos actores, que nos cuenta la historia personal y amorosa de Charles Dickens: la dificultad de las relaciones cuando se confunde el autor con el hombre, la diferencia de edad, las prohibiciones de una sociedad mojigata, el machismo imperante en la época.
Dos películas que hablan en inglés para darle un aire fresco al calor con el que llega el verano.